Luis Manuel Infante

Luis Manuel Infante

Luis, natural de Coria del Río, empezó a trabajar en la hostelería para luego pasarse a la fontanería. Sin embargo, decidió cambiar de sector y entró en una empresa temporal de trabajo, donde se inició en el mundo de la logística. Es cuando empezaron a llamarle para varias empresas localizadas en el polígono La Isla, como Carrefour.

En 2010 tiene su primer contacto con Sevitrade, en relación a una campaña de abonado, aunque a los pocos años pasaría de ser temporal a fijo. Su recorrido en dicho centro logístico comienza envasando, pero luego sus aptitudes le hicieron dedicarse a conducir una carretilla elevadora. Reconoce que siempre aprendió de los mayores, a quienes está agradecido por los conocimientos transmitidos. Curiosamente, con los años el antiguo alumno ha pasado a ser maestro, pues le han hecho convertirse en el carretillero cargador con más antigüedad de la empresa.

De su trabajo nos cuenta que hay que estar muy atento a las órdenes de carga y, en especial, a los productos, los cuales deben estar localizados, organizados y ordenados. Dicha tarea, entre tantos metros cuadrados y diferentes mercancías, ni es fácil, ni se consigue solo, si no gracias a un equipo, sus compañeros, muy competentes, los cuales entre todos se facilitan el trabajo los unos a los otros. Comenta que los «cargadores estamos en la finalización de la cadena de producción, en la cual le damos salida al producto que le corresponde en cada orden de carga del cliente que nos pasa el/la basculista».

De su largo recorrido en la empresa, afirma que ha visto no solo triplicarse la extensión de las propias instalaciones, con nuevas naves, si no que, también, la evolución de la maquinaria de envasado y manipulación de mercancías que él mismo ha empleado, desde palas hasta carretillas.

Por último, reconoce que el centro logístico de La Isla es una instalación señera y referente en los servicios de envasado de fertilizante en no solo Sevilla, si no el sur de España. Es una importante pata de la empresa que aporta valor añadido a la mercancía descargada en los muelles del Puerto. Por dicha «cantera» de Sevitrade han pasado muchos compañeros a lo largo de decenas de campañas, algunos de los cuales han continuado al lado de nuestro protagonista. Le gusta el buen ambiente compartido por toda la plantilla.

Espera terminar su vida laboral de la mano de Sevitrade y, siempre, seguir mejorando como persona y profesional, con deseos de evolucionar.

 



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