30 Mar Fernando Gómez
Fernando Gómez, natural de Sevilla, es titulado como Ingeniero Superior Químico. Empezó a trabajar en el control de calidad del Grupo Dia, acabando su vinculación laboral en 2018. Un año después, en 2019, entró a formar parte de Sevitrade como Operario de Planta. De dicho puesto, poco a poco fue ascendiendo a Jefe del Parque de Depósitos de la Terminal Portuaria Esclusa hasta que, desde enero de 2023, es el Responsable de Operaciones de Líquidos de toda la empresa.
En sus recientes puestos de responsabilidad, ha promovido el rediseño y modificación de líneas de conducción, optimizado el servicio de expedición, incrementado el parque de bombas e instalado más señalización, además de velar por la seguridad de los operarios con, por ejemplo, la colocación de líneas de vida en los cargaderos de cisternas. Los graneles líquidos son una parte cada vez más importante del grupo Sevitrade, ya que es el único operador de dichas mercancías en el Puerto de Sevilla. Por tanto, es mucha la responsabilidad que sobre Fernando recae, aunque, reconoce, se siente respaldado por la dirección, y cuenta con la confianza de sus compañeros.
Las infraestructuras necesarias para operar con un buque tanquero no son tan voluminosas como las de un granelero, asevera nuestro entrevistado. La desestiba de un buque de líquidos es silenciosa, y más rápida y limpia. Todo se realiza a través de tuberías (casi 6 km en total) hacia alguno de los 99 depósitos que forman el parque. Luego, para expedir la mercancía al cliente se usan motores de bombeo (hay casi 70, repartidos entre las tres instalaciones).
Fernando asegura que su equipo, tanto humano como material, es capaz de llenar un remolque cisterna de 26 toneladas en solo 15 minutos. Los operarios bajo su mando, un total de once, se conocen entre ellos y mantienen una buena relación, gracias a la construcción de un ambiente cercano y agradable. Según nuestro protagonista, Sevitrade le ha aportado estabilidad laboral y proyección de futuro. Se siente feliz desempeñando su trabajo, pues nunca le resulta monótono, ya que cada día es diferente, y hay que asumir retos.