Antonio de la Rosa

Antonio de la Rosa, natural de Coria del Río, se inició en el mundo laboral trabajando en varias empresas familiares de su localidad natal. Al poco tiempo marchó a vivir a Madrid, donde se buscó la vida en la logística de grandes superficies, para lo cual realizó cursos de formación y encadenó contratos de prácticas y de sustitución.

Acabó regresando a Sevilla, y no pasó mucho tiempo hasta que un familiar, vinculado a Sevitrade, le sugirió mandar su currículum a la misma, pues andaban buscando personal. Así es como en 2015 nuestro entrevistado entró como basculista en la empresa, en un principio por solo una campaña de envasado en las instalaciones de La Isla. Año tras año, lo que empezó como algo puntual y por un tiempo determinado, se ha convertido en un contrato indefinido.

Desde entonces, la función de Antonio ha sido y es el control del pesaje de los camiones, la organización de las cargas y cupos, así como la atención a los clientes para comprobar el estado de sus mercancías.

Conoce bien las tres instalaciones de la empresa, pues ha estado en sus básculas aunque, de momento, está destinado a la terminal de líquidos, en la cual se siente cómodo.

En su plano más personal, reconoce que valora, y mucho, el carácter familiar de la empresa, y el trato cercano de su dirección. Con respecto a sus compañeros del departamento de expediciones, todos se llevan bien y echan una mano cuando alguno/a lo necesita. Para terminar, se sincera admitiendo que cuando él entró en la empresa, hace ocho años, la plantilla podía estar formada por unas sesenta personas, alcanzando hoy los casi cien en campaña. ¡Qué decir de los/as dedicados/as a báscula! De dos o tres, ahora a casi diez.

Desde luego, Antonio disfruta de su trabajo, está comprometido, quiere mejorar, aprende todos los días y, en especial, enseña a las nuevas incorporaciones a aprender sobre expediciones.



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